Se acaba el buen tiempo y llega la hora de sacar nuestras mantas del armario. El cuidado de la ropa de cama de invierno es diferente a la del resto del año y para que luzcan como nuevas, debemos de darles un trato especial. Si quieres saber como hacerlo, en Expert te damos unos consejos para conseguirlo.
Puede que hasta ahora hayas tenido que llevar tus mantas y
edredones a la lavandería o tintorería debido a su gran tamaño. Pero si has
adquirido una lavadora de gran capacidad, es probable que a partir de ahora
puedas lavarlas en casa. ¡Si sigues estos fáciles consejos, seguirán como
nuevas mucho más tiempo!
Antes de nada, tendrás que mirar en la etiqueta del
producto. En ella el fabricante te indicará el material del que esta hecha.
Dependiendo de su composición, deberás lavarla a mano o a máquina.
Lavado a máquina
Si en la etiqueta te dicen que puede lavarse en la lavadora, deberás elegir siempre el programa de prendas delicadas y utilizar temperaturas inferiores a 30 grados. El detergente que uses puede ser en polvo o líquido, pero deberá ser detergente especial para prendas delicadas y no utilices altas revoluciones de centrifugado.
Lavado a mano
Si lo que te indican en la etiqueta es que tienes que
lavarla a mano, podrás usar la bañera de casa para que te sea más cómodo.
Llénala con agua fría y usa detergente líquido para prendas delicadas especial
para lavar a mano. Lo recomendable es dejar en remojo entre 15 y 30 minutos y
remover de vez en cuando agua para que el jabón haga efecto. Si ves que hay
alguna mancha en la manta o edredón, puedes echar jabón directamente en la zona
y frotar hasta que salga. Una vez este limpia, procederemos a enjuagarla con
agua fría y cambiaremos el agua tantas veces como haga falta hasta que no salga
jabón. Para que no pese mucho cuando la pongas a secar, deja que escurra del
todo, pero no la retuerzas.
Proceso de secado
Lo más adecuado es dejar que se seque al aire libre. Así que
una vez esté bien escurrida, puedes colocarla en la cuerda de tender o
tendedero asegurándote de que no arrastre por el suelo. Si fuese necesario
puedes doblarla por la mitad.
Si en la etiqueta del artículo lo indica, puedes secarla en secadora. Pero acuérdate de no usar muchas revoluciones para que la manta mantenga su suavidad.
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